La mascarilla funeraria de Benito Quinquela Martín fue realizada por su colega Julio César Vergottini en ocasión de su muerte, el 28 de enero de 1977. Estuvo almacenada fuera de exhibición en el museo hasta 2015, año en que fue sustraída. La misma fue recuperada gracias al eficiente accionar de la División de Patrimonio Cultural del Departamento de Interpol de la Policía Federal Argentina. 

Tras la denuncia de las autoridades del museo ante la aparición de la pieza en un conocido portal de compra-venta de artículos por Internet, el fiscal del Distrito del Barrio de La Boca solicitó al Ministro de Economía y Finanzas Públicas, a través de la Coordinación de Recuperación y Conservación del Patrimonio Cultural, que se realizara un peritaje sobre la máscara mortuoria ya secuestrada en la causa judicial, a fin de determinar su autenticidad. 

Interpol organizó entonces un equipo multidisciplinario de organismos públicos, convocando a la Lic. Marisa Coniglio, experta del Museo de Calcos y Escultura Comparada “Ernesto de la Cárcova”, y al equipo de Diagnóstico por Imágenes del Hospital de Pediatría “Prof. Dr. Juan Pedro Garrahan”, con el objeto de conocer la estructura interna de la máscara y poder dar respuesta al interrogante de la originalidad de la pieza de acuerdo a los materiales de su composición. 

Para verificar las técnicas de elaboración, su estado de conservación y obtener una caracterización que la individualice de manera indubitable, el Hospital Garrahan realizó una Tomografía Computada Multicorte, técnica que utiliza radiación X para obtener secciones de objetos anatómicos. Dada la gran capacidad de procesamiento en la información del registro obtenido, se elaboraron imágenes de estructuras en tres dimensiones, en base a volúmenes de 0,6 milímetros de espesor. Gracias a este estudio se pudo realizar un análisis morfológico de superficie identificando y localizando irregularidades, y un análisis de los diferentes estratos, recurriendo a reconstrucciones axiales, coronales y sagitales. 

A partir de todas estas investigaciones y evaluaciones realizadas por el equipo técnico, se pudo verificar la autenticidad de la mascarilla funeraria de Benito Quinquela Martín, que fue restituida al museo en agosto de 2015, luego de un trabajo mancomunado sin precedentes dentro del Estado Nacional en materia de recuperación de bienes culturales.